En muchas ocasiones el dolor de espalda puede estar producido por el estrés. Hay una conexión directa entre mente y cuerpo, físicamente cráneo y sacro (parte baja de la espalda) están conectados a través de la columna vertebral y a través de ella circula el líquido cefaloraquídeo en ambas direcciones, hay conexiones nerviosas entre la columna y diferentes partes del cuerpo. Al igual que los pensamientos, emociones nos afectan físicamente, movimientos que realices diariamente, sentimientos expresados o reprimidos pueden llegar a generar una carga o tensión tanto física como mental. Observar nuestro diálogo interno sin juzgarnos y comprobar si éste es sano e higiénico puede ayudarnos a comprobar si el estrés es algo impuesto mayoritariamente por nosotros mismos o es algo externo, como podría ser el caso si tenemos mucha carga a nivel laboral o demasiados compromisos a nivel personal.
Si esto no está muy claro, el primer paso que recomiendo es saber identificar ésto, para ello propongo:
- coger la costumbre de dedicar un momento del día a escribir toda esa lista de cosas que invaden tu mente generándote todo ese estrés y esa carga mental.
- tras escribir tú lista lo siguiente que recomiendo es tachar las tareas o cosas que consideres no son importantes
- para después separarlas en dos listas, una estará compuesta por las tareas impuestas por ti y otra obligaciones externas
- después ordenar cada lista y enumerarla según tu orden de prioridades
- Lo último que recomiendo es hacer un plan real ya que muchas veces el exceso de tareas en poco tiempo es lo que nos puede generar el estrés, decidiendo cuándo dedicar tiempo para tus tareas y cuánto tiempo dedicarles, reservando momentos tanto para ti como para otros.
Los ejercicios que puedes realizar para paliar ese estrés físico son:
- Sentarte a respirar. Colocarte un cojín bajo la pelvis y sentarte con las
piernas cruzadas, si te cuesta mantenerte erguida a pesar de estar sentada sobre una altura recomiendo sentarte contra la pared o directamente en una silla. A. Observar tu respiración. 1. B. Inhalando por la nariz imaginar que el aire entra entre las dos cejas abarcando el espacio interno tanto en cráneo como en cuerpo exhalando por la boca (4 segundos para inhalar, 4 segundos para exhalar)
- Ejercicio respiratorio/trabajo abdominal: Colocar las manos alrededor de las costillas para así cogiendo aire por la nariz llenar las costillas de aire, al soltar el aire por la boca intentar mantener el ombligo dentro bajando costillas en dirección hacia tu pelvis.
- Gato/vaca: colocarte de rodillas apoyando manos en el suelo, movilizar la columna inhalando hundiendo el pecho al suelo llevando la mirada delante y un poco al techo, exhalando redondear la columna como si quisieras mirarte el ombligo empujando con manos y pies hacia el suelo.
- Articular columna desde la pelvis: tumbarse boca arriba con piernas dobladas y separadas al ancho de las caderas inhalar para preparar el ejercicio, al exhalar subir la columna intentando articular desde la pelvis dirigiendo el pubis hacia tus costillas y subir manteniendo hombros, brazos y cabeza apoyada, mantenerte con la pelvis arriba tomando aire y volviendo a apoyar la columna vértebra por vértebra bajar soltando el aire.
- Rotación columna: tumbada boca arriba con piernas dobladas, juntas y pies en el suelo, dirigir las rodillas hacia un lado sin mover los pies del sitio despegando la columna lo que sea necesario sin levantar brazos ni hombros volviendo al centro al exhalar, yendo cada vez hacia un lado.
Recomiendo dedicar todos los días mínimo diez minutos para realizar la lista u hojearla diariamente.
Los ejercicios de respiración y movilización de columna recomiendo hacerlos siempre y cuando no haya algún otro dolor o lesión, en ese caso recomiendo visitar un médico o fisioterapeuta. Si tu dolor de espalda es consecuencia de un exceso de tensión, entonces propongo hacerlos de dos a tres veces por semana, realizando entre 8 y 10 repeticiones de cada uno.
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