Muchas veces cuando hablamos de energía/cansancio lo relacionamos directamente con el cuerpo, pero no solemos tener en cuenta o no lo relacionamos con la energía y el desgaste o cansancio mental.
El mecanismo del cuerpo puede ser comparado al de un coche. Ingerimos alimentos para después poder tener la fuerza suficiente y que nuestro cuerpo los consuma a lo largo del día, dormimos por la noche para reponernos e incluso si podemos, buscamos momentos en el día para descansar. El cerebro es un músculo y al igual que cualquier otra parte de nuestro cuerpo se agota, necesita alimento, sus momentos de reposo, descanso e incluso un sistema metabólico
que le permita eliminar deshechos.
Si seleccionas y decides qué alimentos ingerir en función de tus deseos y/o necesidades, porqué no hacer lo mismo con la mente?
Al igual que reposamos el cuerpo antes y después de una actividad física intensa, deberíamos hacer lo mismo con nuestra mente.
Los pensamientos y las emociones serían la actividad física de la mente, decidir que éstos sean unos u otros está en nuestra mano. Decidir qué y cómo pensar te conllevará a sentir una emoción u otra. Ser más positivo y tener una relación más sana principalmente contigo mismo, te ayudará no sólo a un menor desgaste energético, sino a poder sobrellevar el día para realizar todas las actividades que te propongas con mayor energía. Realizar actividades que requieran más una implicación emocional o sensorial que racional, como pueden ser actividades relacionadas con el arte (tocar un instrumento, contemplar un cuadro o un paisaje, lectura que no requiera mucha actividad mental… escribir… un paseo…) la meditación (o “mindfulness” como lo llaman ahora) podría ser el descanso de la mente, su reciclaje, su momento de «spa». Incluso realizar ciertas actividades físicas que requieran concentración sensorial, conciencia corporal y un enfoque u objetivo claro .
Buscar diariamente momentos en el día para esos instantes de sosiego, sería lo ideal para evitar llegar a ese punto de saturación mental.
Lo que propongo para evitar llegar a ese estado mental es:
- Encontrar una o varias actividades que te ayuden a despejar la mente.
- Buscar momentos del día para realizar esa actividad (o actividades) que hayas elegido.
- Ser tajante con nuestros propios pensamientos e incluso decidir qué pensar y que no, en caso de ser temas a los que te debes afrontar decidir cuándo hacerlo para que no te invadan en otros momentos.
- Intentar ser más positivo y optimista.
Muchas veces el cansancio puede venir por un exceso de negatividad (un diálogo interno dañino o incluso alguna relación tóxica) El optimismo te dará más fuerza y energía en general para afrontar diferentes retos que se te puedan presentar a lo largo del día e incluso para poder disfrutar otros.
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